Cuando
terminé el DIP Lite sentí que la parte relevante de mis acciones que tenía que
corregir ya estaba cubierta por lo que he dejado de escribir diariamente y lo
hago más bien de forma regular. Recordando el modo en que servía de manera más
próspera mi cambio, noto que se debía que al tener que escribir diariamente
para seguir con el curso podía hacerlo sobre detalles. Todos los días había algo
aunque sea “mínimo” que encontraba para corregir. Comparando con mi presente he
dejado de ser tan consistente y eso también se nota en mi desarrollo que a
veces se estanca o va para atrás como el no seguir detallando o afinando lo que
me falta para tener una sana relación con mi familia. Hoy me di cuenta que por
ejemplo falta corregir la forma en la que les comunico lo que hago en Desteni y
lo que me voy encontrando porque hago que se escuden de la manera en que los
señalo en vez de hacerles saber cómo es que yo he cambiado para que ellos se
miren a un espejo y no sea yo quien les reproche y asome sentimientos de
culpabilidad y victimización en mí. En fin, hay varios detalles que debo
afinar, otros a empezar de cero, otros a incorporar nuevos hechos que pueden
hacer cambiar de alguna forma los que ya tenía o expandirlos, me falta también
leer más seguido los compromisos que ya he escrito para darles continuidad.
Me perdono a
mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma creer que ya alcancé
cierto nivel de corrección y que por ahora estoy bien así sin necesidad de ir
corrigiendo más, lo cual crea más bien un retroceso en mi proceso.
Me perdono a
mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma tener un desbalance y
preguntarme el porqué sin considerar que ya no llevo a práctica de manera
frecuente la escritura que me ayuda a encontrar soluciones y corregirme.
Cuando me
vea a mí misma no querer escribir porque lo siento “innecesario” en el momento,
ya sea porque prefiero aplicar el perdón en mi mente o porque la flojera es aún
más grande y prefiero dejarlo para un futuro o no hacerlo, me detengo y me
estabilizo en lo físico con el respiro.
Me doy
cuenta que es necesario seguir con el proceso para ser yo el ejemplo de vida
que quiero y contribuir al cambio porque no hay otra manera de hacerlo. A los
demás no los puedo cambiar y sólo soy abuso cooperativo dentro del sistema que
señala a los demás sin darse cuenta que yo soy el problema si no me corrijo a
mí misma.
Me comprometo conmigo
misma a recordar que si se me presenta un desbalance debo volver a la relación
conmigo misma y darme cuenta que probablemente se deba a que dejé de escribir y
sin escribir no tengo la oportunidad de encontrarme conmigo misma, con la vida
misma para corregirme.
Me comprometo a detener
la flojera y a escribir; a seguir mi proceso; a afinar detalles; a incorporar
nuevas realizaciones y a darle seguimiento periódico a compromisos previos.
Me comprometo conmigo
misma a llevar mi proceso de escritura de por vida de manera consistente y
frecuente, entrando a mis profundidades y superficialidades hasta verlas
corregidas.
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