domingo, 30 de marzo de 2014

POSTERGAR LO QUE ME DA MIEDO O ES COMPLICADO – DÍA 10



El futuro me ha dado miedo y es algo que he trabajado, pero el hacer algo en el presente para que ese futuro cambie, es algo que también me aterra y que para sentirme ‘segura’ intento postergar. Esto es aún peor cuando choca con mi naturaleza de hacer todo al instante y no dejar nada para el futuro si se puede hacer hoy. El miedo y lo que sé hacer (de no postergar nada) chocan provocándome estrés o paralizándome unos minutos, horas o días antes de empezar.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma postergar una tarea que sé que debo hacer por el miedo que siento de no tomar la decisión correcta, de que no funcionen mis planes y de dudar en cómo hacerlo por pensar que hay tantos caminos y no encuentro el ‘correcto’.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado tener miedo porque estoy en la mente en vez de lo físico imaginando el futuro, victimizándome por lo que hemos permitido/aceptado/creado en conjunto los humanos y cerrarme a todas las oportunidades que puede haber para mí por quejarme en la mente de que nada de esto debería ser así.

En y cuando me vea a mí misma postergar una tarea que puedo hacer en el momento, me detengo y me estabilizo en lo físico con el respiro.

Me comprometo conmigo misma a dejar de buscar en otros las respuestas y ser responsable de mi cuerpo… de mí misma porque además yo soy la única que conoce el entorno completo de mi ser, por lo tanto, la que mejor podría dar una solución.

Me doy cuenta que el miedo es separación y me aleja más de alcanzar mis metas (realistas) y además si me paralizo por éste, me hago aún más torpe.

Me comprometo a parar las imaginaciones/proyecciones del futuro y con esto parar el miedo a no alcanzarlas, así como a parar las expectativas que sólo dan desilusiones.

Me comprometo conmigo misma a dirigirme en vez de pensar.

Me comprometo conmigo misma a dejar de querer ser ‘la súper mujer’ con misiones no realistas, egoístas y metas vanas sentimentales y pasionales.

Me comprometo conmigo misma a dejar de buscar ‘seguridad’ y en vez de esto hacer lo que sea mejor para todos y en consecuencia también para mí.

Me comprometo a iniciar las tareas que me he dispuesto a realizar, de acuerdo mi planeación previa, lo más pronto posible y disfrutarlas respiro a respiro.

Me comprometo a planear de la mejor manera que pueda y no volver a dudar de esas decisiones que tomo porque doy mi máximo esfuerzo y doy todo lo humanamente posible de acuerdo a mis posibilidades realistas del presente para alcanzar mis metas.

Me comprometo a aceptar la realidad (que aunque no es la mejor, es donde tengo que afrontar mis consecuencias y la de todos los demás como uno que somos) y dejarme de victimizar por lo que hemos permitido y aceptado cada quien como persona creando en conjunto la sociedad como la vivimos y en vez de esto, asumir mi responsabilidad porque yo he sido parte de la injusticia, cambiándola  haciendo el perdón a mí misma, aplicándolo, siendo el ejemplo vivo, expandiéndolo y sacando lo mejor de lo demás.

 

viernes, 7 de marzo de 2014

RECELO POR EL CONOCIMIENTO - DÍA 9

http://elsextocontinente.files.wordpress.com/2010/02/829876421.jpg


Cuando sé un conocimiento que considero importante porque resuelve algo y me costó trabajo saber/entender/aprender o que considero que puede ser una herramienta servible para los demás porque lo es para mí, soy celosa de ese conocimiento y no quiero compartirlo. No lo comparto por el hecho de la dificultad que me costó adquirirlo y mi deseo de que los demás tengan que pasar por lo que yo pasé, es decir, que se les dificulte saberlo y tampoco deseo compartirlo por competencia. Ésta última tiene dos ramas. La primera es que pienso que al enseñarle a alguien más,  la demás gente podría ganarme en algo que se vincule con ese conocimiento; como si yo ofreciera algo con “buena” voluntad y después pudiera ser contraproducente para mí al ofrecer un “arma” para que me “ganen” jaja mientras yo quiero ser la primera. La segunda rama de competencia, es el querer tener sólo yo el “bienestar” que ese ‘conocimiento’ me cause, lo cual, me lleva nuevamente al estado de no desear para los demás lo que deseo para mí y no querer lo que sea mejor para todos.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado ser celosa de un conocimiento, no querer para los demás lo que quiero para mí misma y no dirigirme hacia lo que es mejor para todos.

En y cuando me vea a mí misma no querer compartir algún conocimiento, me detengo y me estabilizo en lo físico con el respiro.

Me doy cuenta que tengo miedo a que alguien pueda demostrar más habilidad que yo, esto causado por otro miedo que es mi miedo al sistema donde debemos ser “los mejores” para sobrevivir y por las ganas de ser especial.

Me doy cuenta que la competencia, los celos, la envidia, el egoísmo, el querer ser la primera, la única beneficiada, el querer ser especial, son emociones que aún tengo y que debo dejar ir porque son contrarios a mi compromiso de vida (no apoyan a lo que es mejor para todos).

Me comprometo conmigo misma a detener cualquier emoción (como competencia, egoísmo, envidia) causada por el recelo al conocimiento que yo pueda saber.

Me comprometo conmigo misma a parar el miedo a que alguien demuestre más habilidades que yo y frenar el sentir que pudiera quitarme la oportunidad de sobrevivir, de vivir cómodamente o “segura” y en vez de esto, tener presente que debo sostenerme como ejemplo de igualdad y dirigirme bajo ese principio porque así se podrá ir desapareciendo el sentimiento de competencia y propiciar lo que sea mejor para todos.

Me comprometo a compartir las herramientas que me han servido a mí.

Me comprometo conmigo misma a que cada que se me presente la oportunidad apoye a sacar el talento potencial de la gente sin miedo, abriendo las puertas para que esto pueda suceder al dirigirme en cada respiro para saber cómo hacerlo de acuerdo a las circunstancias.