miércoles, 5 de febrero de 2014

SUPERSTICIONES Y OBSESIONES – DÍA 4




He notado que formo supersticiones en mi mente. No son las  típicas como el de que se me caiga la sal, pasar debajo de una escalera o romper un espejo para tener mala suerte; sino unas propias que he inventado para mí misma de acuerdo a lo que vivo a diario y que son específicas como el no contar los proyectos en los que trabajo en el momento porque son como sueños que entonces no se cumplirían (aquí también por miedo de no cumplirme o no cumplir a los demás en base a una personalidad que asumo - tema desarrollado en el día 3 y miedo a la burla que desarrollaré en el día 5), o como el no revelar mis miedos para que no se hagan realidad, todo esto según mi mente, claro. También tengo obsesiones con origen en el miedo como el verificar que las perillas del gas de la estufa estén apagadas antes de dormir para no tener algún accidente, las checo varias veces porque luego no estoy segura si ‘lo hice de manera adecuada’ y concentrada para asegurarme bien de que estén apagadas esas perillas. Si bien eso es algo práctico, se sale de mi control directivo cuando raya en la obsesión o superstición.


Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma ser dominada por la mente al crearme supersticiones.

Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí misma obsesionarme con la verificación diaria de las perillas del gas cerradas para no causar accidentes al checarlas varias veces por no estar segura si lo hice correctamente.

Cuando me vea a mí misma bombardearme con pensamientos de supersticiones y obsesiones, me detengo y me estabilizo en lo físico con el respiro.

Me doy cuenta que mis augurios no se cumplirán jamás porque estén en la mente, a menos de que yo me encargue de pasarlos a un nivel físico o que las circunstancias así lo propicien por sí mismas más no por mis pensamientos. Por un lado está la mente junto con todas esas supersticiones y obsesiones que he permitido y aceptado que me abrumen y por otro lado está lo físico… la realidad.

Me comprometo conmigo misma a parar y alejar las supersticiones de mi mente empezando con el respiro que me estabiliza en lo físico.

Me comprometo conmigo misma a parar y alejar el miedo puesto que no tiene fundamentos y recordar que se puede encontrar una solución real, es decir una aplicación práctica.

Me comprometo conmigo misma a parar las obsesiones que están en mi mente realizando la verificación del gas como medida de seguridad sin tener que checarla varias veces, sino verlo de manera física una sola vez, comprobando que estén cerradas las perillas, dejarlo ir el evento del pasado y no volver a pensar en la acción que realicé.

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario