Hoy vi en las noticias a un niño enterrado en los escombros
de la guerra… quise llorar. Por supuesto que no es la primera vez que me pasa
el sentir lástima, tristeza, rabia e impotencia, pero esto no apoya a nada, al
contrario, sólo alimenta al sistema consciente de la mente y por lo tanto
alimento al sistema actual de injusticia.
Hace días vi caer de cabeza a una perrita de un primer piso,
su dueño estaba abajo. La perrita se levantó como ida corriendo sin que él la
pudiera atrapar, cojeaba y lloraba. Su dueño la agarró por fin, la abrazo, la
acarició y no vi más. Supongo que la llevó al veterinario en seguida porque
además iba de salida en su auto. Me sentí culpable de seguir caminando y no
poder hacer nada más.
He experimentado lástima hacia mi familia también que se
combina con un pavor que tengo de que les pase cualquier cosa desagradable.
Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí
misma sentir lástima, tristeza, rabia, impotencia, culpa y miedo y con ello
alimentar al sistema consciente de la mente y al sistema de desigualdad actual
que no apoya a la vida en unidad.
Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí
misma querer proteger a otros y con esto sentirme superior o más afortunada que
los demás.
Me doy cuenta que soy egoísta al querer parar mi sufrimiento
parando el de los demás porque la raíz de la importancia que le tomo no es
realmente el dolor de otros, sino el impacto que tengo al verlo originado por
miedo que de que a mí me pudiera pasar también. Me doy cuenta que además, el
querer parar el sufrimiento de mi familia es porque están en mi entorno
inmediato que deseo sea el mejor para mí, que esté estable y sin penas… y
porque he creado una dependencia egoísta, es decir, no es su dolor, sino el
dolor que me causa a mí verlos sufrir.
Me perdono a mí misma por haberme permitido y aceptado a mí
misma no sostenerme realmente bajo el principio de “querer para otros lo que
quisiera para mí misma” y disfrazarlo profundamente de la emoción llamada
egoísmo.
Cuando me vea a mí misma sentir lástima, tristeza, rabia,
impotencia, culpa y miedo, me detengo y me estabilizo en lo físico con el
respiro.
Me comprometo conmigo misma a estar consciente de que mi lástima,
tristeza, rabia, impotencia, culpa y miedo no cambia la situación por la que me
siento así, sino por el contrario, coopero de esta manera con el sistema
actual.
Me comprometo conmigo misma a no alimentar al sistema consciente
de la mente y con ello al sistema actual que no apoya a lo que es mejor para
todos.
Me comprometo conmigo misma a parar mis deseos de querer
proteger a los demás por sentirme superior a ellos.
Me comprometo conmigo misma a parar el miedo que tengo de
que a mí me pudiera pasar el dolor que otros sienten, es decir, parar a la
mente; parar los pensamientos, las imaginaciones y proyecciones de sentirme en
su lugar.
Me comprometo conmigo misma participar en lo que es mejor
para todos y no sólo para mi entorno inmediato que alimenta únicamente a mi
egoísmo, esto siguiendo con mi proceso al asumir mi responsabilidad de
cambiarme a mí misma para cambiar al sistema actual.
Me comprometo conmigo misma a aceptar que hay accidentes
que nos causan dolor físico y/o muerte y que lo que podemos hacer por ahora en
conjunto y de manera personal solamente es prevenir sabiendo dirigir siempre a
nuestro cuerpo físico de una forma eficiente -sin emociones- incluyendo casos de emergencia; por lo tanto,
me comprometo también a dirigirme de esa manera en todo momento.
Me comprometo conmigo misma a sostenerme realmente bajo
el principio de “querer para otros lo que quisiera para mí misma” sin
disfrazarlo de egoísmo y parando toda emoción derivada de ello que sólo es
conflicto mental y que no apoya a la realidad y a la vida en unidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario