En el post pasado escribí sobre el miedo a no cumplir con
las personalidades que yo me creo para mí misma y en no cumplir con las que
considero que los demás ven en mí. Hoy escribiré sobre el miedo a la burla.
Soy muy cuestionada por dedicarme a algo diferente a mi
carrera y mi duda por saber si estoy haciendo lo que es mejor para mí, me
provoca que como mecanismo de defensa genere enojo contra esa persona o
resentimiento, es decir, proyecto mis miedos en alguien más.
Mis dudas y/o el miedo a equivocarme me produce también
miedo a la burla. “Si no hago lo mejor, si no soy perfecta, si no tengo dinero,
si no me llevo con los ‘mejores’, si no trabajo en lo ‘mejor’, si no soy
‘exitosa’ para ellos” la demás gente me lo echará en cara… lo que es algo que
de verdad hacen, quizá por sus miedos también y no querer ser los únicos que se
equivocan, deseos de que los demás sean desdichados para poder ellos ser
superiores o desear que las más personas posibles se sientan como ellos se
sienten ( emociones que yo he sentido y que ya he perdonado). Como sea, cada
quien tiene responsabilidad de perdonarse a sí mismo y yo debo entender que sea
cual sea el motivo de alguien más para burlarse de mí, yo debo enfocarme en mi
proceso que es el único del que tengo control para cambiar, el seguir
perdonando esos reflejos que veo de mí al momento en que las palabras o actitud
de alguien más me cause una reacción.
En y cuando me vea a mí misma experimentar una emoción por las
palabras o actos de otros, me detengo y me estabilizo en lo físico con el
respiro.
Me perdono a mí misma el haberme permitido y aceptado a mí
misma no haber elegido la carrera que me gustaba porque no había identificado
lo que quería realizar a diario. No tenía noción de lo pesado que podía ser
dedicarme a algo que no da los resultados que yo quiero aportar para mí y para
los demás. Al no identificar lo que me gustaba proyectado en estudios y
profesión, ni investigar otras carreras que no fueran tan conocidas, preferí
entonces una carrera que me diera un beneficio económico.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado dudar en si estoy haciendo lo que es mejor para mí y para
los demás después de ya haber identificado lo que me gusta y que es a lo que
ahora me dedico.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado tener dicha duda por mi estabilidad económica.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado tener miedo de equivocarme, es decir, que mis planes no
den los resultados que espero y quiero.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado tener miedo por las palabras de otros ya que me enfrentan
con mis pensamientos más profundos que guardo y esquivo.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado sentir enojo, rechazo, resentimiento hacia otras personas
cuando me enfrentan con mis miedos.
Me perdono a mí misma por haberme
permitido y aceptado enojarme por CREER que los demás me cuestionan o se burlan para hacerme sentir
mal.
Me doy cuenta que el creer es
algo que está en la mente y ya sea que
lo hagan porque quieren mi bienestar, por ejemplo al darme consejos que ellos
consideran lo mejor para mí o ya sea que lo hagan para hacerme sentir mal, es
algo que no me debe afectar y además no puedo saber sus verdaderas intenciones
porque están en su mente. El suponer que adivino lo que ellos piensan es nada
más una creencia de la mente que además es irrelevante saberla ya que para mi
proceso no sirve de nada, sino al contrario, me genero más caos en la mente.
Me comprometo a no querer llenar expectativas de alguien más o lo
estándares marcados en el sistema actual, sino actuar conforme a lo que es mejor
para todos y en consecuencia también para mí.
Me comprometo conmigo misma a escuchar las
sugerencias de los demás para aplicar las que vea que dan una solución acorde
con lo que es mejor para mí y para todos.
Me comprometo conmigo misma a seguir mis
planes que consideran los aspectos económicos
(que me causan miedo) y los aspectos de la profesión que verdaderamente
quiero desarrollar; y cambiarlos, renovarlos o modificarlos si es para algo
mejor.
Me comprometo conmigo misma a parar el
miedo a equivocarme, miedo a no tener solvencia económica, me comprometo a
parar la duda; todo esto que sólo es un obstáculo a mis planes.
Me comprometo conmigo misma a tener
presente que mis planes están sustentados en la realidad física.
Me comprometo conmigo misma a aceptar que
aún siguiendo mis planes con una estrategia bien cimentada pueden no hacerse
realidad ni a corto, mediano o largo plazo. Me comprometo a tener presente lo
que Cerise escribió de que sabremos que hicimos todo lo posible hasta llegar al
extremo, hasta llegar prácticamente al punto de morir, hasta ahí uno debe decir
“hice todo lo que pude” y que de mí depende, es decir, de mis decisiones y
acciones en lo físico depende hasta donde quiero decir “suficiente”.
Me comprometo conmigo misma a frenar el miedo
de enfrentarme con mis miedos (jaja) y a tener presente que puedo solucionar
cualquiera de estas cuestiones que me hagan mella mediante el perdón a mí misma
y su corrección.
Me
comprometo conmigo misma a parar el enojo, rechazo, resentimiento o cualquier
otra reacción hacia los demás cuando me enfrentan a mis miedos, empezando con
el respiro que me estabiliza en lo físico.
Me
comprometo conmigo misma a estar consciente de que sean cuales sean las razones
de cuestiones y burlas por parte de otras personas, es la responsabilidad de
ellas perdonar lo que experimentan y me comprometo a perdonar lo que a mí me
corresponde.
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