Hace algún
tiempo leía algunos blogs cuando pasó a una distancia muy cerca de mis pies
algo rápido moviéndose hacia bajo de la mesa del comedor, que estaba muy cerca
de mí también. Lo vi de tono oscuro por lo que deseé que fuera una lagartija en
vez de una rata, que son animales a los que les tengo fobia. De cualquier
manera, para prevenir mi miedo subí los pies a la silla, cuando de pronto, vi
salir del otro lado un pequeño ratón moviéndose rápidamente hacia la cocina.
Como
mencioné, leía blogs de Desteni, por lo que estaba concentrada en el presente y
proponiéndome nuevas formas de dirección en base a lo que leía, pero en cuanto
el ratón pasó por debajo de mí y lo vi tan pequeño y moviéndose tan rápido, el
control de mí misma se perdió por completo. Era noche y comencé a gritar a mi
familia para que me ayudara a sacarlo o a no tener contacto alguno con el
roedor, ellos ya estaban durmiendo y se asustaron por mis gritos, hasta que se
dieron cuenta que era un ratón y la única que se quiso quedar a “ayudarme” fue
mi abuelita.
La reacción
fue mucho más exagerada porque sucedió algo… al haber estado concentrada en
algo demasiado importante para mí y pasar tan “vil-MENTE” a perder el control
de mí misma, me hizo sentir impotencia con toques de vergüenza que cuando me
pasé sobre la mesa más elevada de donde había salido el ratón (que ya estaba en
la cocina), se me salieron algunas lágrimas por esa emoción y mi corazón latía
bastante fuerte.
Hay una
memoria específica que cada que veo a algún ratón hago el vínculo con ella. A
mí no me daban miedo los ratones cuando era niña, pero a mi mamá y a mí tía sí…
ellas tienen fobia. La memoria es de cuando un día se había metido también un
ratón a mi casa, no recuerdo exacto la reacción de mi mamá o si ella estaba
ahí, creo que subió las escaleras. Lo que sí recuerdo bastante bien es la
reacción de mi tía que salió de la casa hacia donde yo estaba gritando y con
bastante miedo. El ratón se acercó a mi tennis que permanecía cerca de la
entrada, pues a mí me solía gustar permanecer descalza. Yo me acercaba un poco
y le preguntaba cómo es que un ratón le podía dar miedo, le decía que yo no
sentía nada y le hacía un poco de burla. La “ayuda” (que casi siempre es matar
al ratón sin tener consideración de la vida) tardó en llegar, entonces mi
interacción de ver al ratón no me pareció rápida, sino que tuve tiempo de
contemplarlo un poco. No recuerdo más, pero tardé muchos años en ver a otro
roedor. Fue una rata que estaba en mi patio y mi susto fue tan grande que la
que exageró más esa vez fui yo. Mi misma tía también estaba ahí con mi prima
pequeña y yo ya era adolescente. Me subí hasta el toldo del carro porque la
rata además de grandísima, saltaba bastante alto, lo que me hacía tenerle
pánico.
Cuando veo a
un roedor ahora vuelvo a esa imagen del ratón en mi zapato y me envidio en ese
tiempo que no sentía miedo y me pregunto qué pasó.
Continuaré
en el siguiente post.
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